Aunque la propaganda occidental y antiislámica insista en que los chiíes de Irán son una especie de hijos de Satanás y enemigos declarados de los valores cristianos, la realidad es bien diferente. Como se pone de manifiesto nada más pisar el país, los iraníes son gente acogedora, siempre bien dispuesta a ayudar al visitante y bastante menos radical que lo que en Occidente nos han vendido durante tantas décadas de guerra fría contra sus gobernantes. Que, por otra parte, no son santos, nunca mejor dicho, de la devoción de un pueblo caracterizado desde siempre por sus ansias de libertad.

De todos es sabido que la religión predominante en las antiguas tierras persas es el Islam en su versión chií. Sobre esta rama de la religión islámica se han dicho auténticas barbaridades que nunca se han demostrado ciertas, al contrario de lo que sucede últimamente con sus hermanos musulmanes suníes. En realidad, en Irán es absolutamente sencillo acceder a las mezquitas y a otros lugares de culto para los visitantes que no practican la religión musulmana. Incluso es posible visitar sitios en principio prohibidos para los infieles, como los santuarios o algunos imamzadeh, tal y como pude hacer yo mismo sin que nadie me pusiera el más mínimo problema para ello. La presunta intolerancia chií suele ser, por consiguiente, una leyenda urbana propagada por quienes están interesados en que el miedo hacia ellos se extienda como una especie de reguero de pólvora.

Si a todo lo escrito anteriormente le añadimos que las mezquitas de Irán son seguramente las más bellas del mundo y que, a pesar de que la religión musulmana sea la predominante, existen creencias que practican ritos antiquísimos y relativamente bien tolerados, seguramente coincidiréis con nosotros en que estos once lugares que os mostramos a continuación bien merecen la pena una visita si algún día os acercáis hasta ellos.

Mezquita del Shah (Isfahán): Mandada edificar por el regente safávida Shah Abbas I a comienzos del siglo XVII, la mezquita del Shah es seguramente la edificación más imponente en la ciudad de Isfahán. Para muchos se trata de la auténtica obra maestra de la arquitectura iraní y se caracteriza por la enorme belleza de sus azulejos de hasta siete colores diferentes. Como muestra de su grandiosidad, consta de cuatro iwan y cuatro minaretes coronando por duplicado dos de ellos.

Mezquita Nasir ol-Molk (Shiraz): Conocida también como la mezquita rosa debido a los azulejos de esa tonalidad usados en su edificación, la mezquita Nasir ol-Molk fue construida a finales del siglo XIX en la ciudad de Shiraz. Mantiene el nombre de su creador y muestra al visitante una evidente discrepancia entre el aspecto un tanto austero de su entrada y patio central con la explosión de color que le espera al acceder a su interior.

Mezquita del Viernes (Qazvin): Situada sobre lo que fue un templo dedicado al culto zoroastrista, la mezquita del Viernes de Qazvin es una de las más antiguas de Irán. Fue construida a comienzos del siglo IX, aunque sufrió diversas remodelaciones durante el periodo safávida. La cúpula es muy anterior, de la época seliúcida, y muestra en su interior interesantes ejemplos de caligrafía medieval.

Imamzadeh Fatima al-Masumeh (Qom): Localizado en Qom, segunda ciudad santa en Irán tras Mashhad, el imamzadeh Fatima al-Masumeh alberga los restos de la que fue hija del séptimo imam y hermana del octavo. Los chiíes reverencian a las parientes de los primeros doce imames y éste es uno de los lugares de culto considerados más sagrados en todo el país. En principio, el acceso al interior del recinto está prohibido a los no creyentes, pero pude acercarme a presentar mis respetos a Fatima, asesinada a comienzos del siglo IX, sin demasiados problemas.

Mezquita del Viernes (Yazd): Mezquita congregacional de la ciudad de Yazd, la mezquita del Viernes fue edificada ya en el siglo XII y se sigue utilizando hoy día. Aproximadamente en el siglo XIV fue reedificada de acuerdo con los parámetros del estilo azerí, otorgándole la imagen que muestra en la actualidad. Destaca el iwan de entrada, cuyos minaretes gemelos son los de mayor altitud en Irán.

Mezquita del Viernes (Isfahán): Construida según el estilo denominado cuatro iwan, es decir con el patio rodeado por cuatro grandes puertas apuntando a cada uno de los puntos cardinales, la mezquita del Viernes de Isfahán es la más antigua de la ciudad. Su versión original data de la segunda mitad del siglo VIII y desde entonces ha venido sufriendo renovaciones, las más importantes de las cuales tuvieron lugar en el siglo XI, durante el periodo seliúcida.

Imamzadeh Ali ibn Hamzeh (Shiraz): En Irán se conoce como imamzadeh a un santuario dedicado a la memoria de algún pariente de un imam destacado. En ocasiones suelen ser centros de veneración tan importantes como los dedicados a los propios imames. En principio están vetados a los no creyentes, aunque en éste se permite el acceso a su interior, decorado con un mosaico de cristales que deja atónito al visitante.

Templo del Fuego (Yazd): Lugar de culto para los fieles zoroastristas, el Templo del Fuego de Yazd alberga la llama sagrada, que arde ininterrumpidamente desde hace más de mil quinientos años. Está compuesta por dieciséis tipos de fuego diferentes, cada uno de ellos sujeto a un tipo de purificación ritual antes de incorporarse al conjunto. Se trata del único templo de estas características en Irán y uno de los pocos que se mantienen dedicados a este rito ancestral en el mundo.

Mezquita del Viernes (Naein): Arquitectónicamente similar a su homónima de Isfahán, la mezquita del Viernes de Naein fue edificada durante el siglo IX. La mayor parte de su versión actual está construida en ladrillo y procede de una renovación efectuada a lo largo del siglo XI. Su estilo arquitectónico es denominado khorasani, muy influenciado por las construcciones existentes en la zona durante el periodo preislámico.

Mezquita Vakil (Shiraz): Edificada en la segunda mitad del siglo XVIII, la mezquita Vakil está situada junto al bazar del mismo nombre en la localidad de Shiraz. A diferencia de lo habitual, contiene tan solo dos iwan, que apuntan a los puntos cardinales Norte y Sur. Los motivos florales de su decoración proceden en su mayoría del periodo Qajar, surgido a lo largo del siglo XIX.

Mezquita del Sheikh Luftallah (Isfahán): Y terminamos con esta auténtica joya, quizás la mezquita más hermosa no solo en Irán sino a nivel mundial. La mezquita del Sheikh Luftallah fue encargada por Shah Abbas I unos años antes que la más grandiosa mezquita del Shah. Esta última la dedicó a su pueblo mientras que aquella la guardó celosamente para su familia. Su decoración interior es asombrosa, con azulejos donde predomina el tono azul sobre el verde, rojo y amarillo, excepto en el interior de la cúpula donde destaca esta última tonalidad.