Tradicional y erróneamente considerado romano, el acueducto de Valencia de Alcántara fue edificado en la segunda mitad del siglo XVI, durante el reinado de Felipe II. Así lo demuestran los historiadores Bartolomé Miranda Díaz y Dionisio Á. Martín Nieto en su imprescindible obra El Patrimonio Artístico de Valencia de Alcántara, donde aportan suficientes pruebas de que las obras tuvieron lugar entre 1575 y 1577 aproximadamente. Se extiende a lo largo de unos ocho kilómetros y el acueducto en sí, construido para salvar un vado que forma el arroyo Peje, mide unos ciento setenta metros de longitud y unos veinte de altura máxima. Toda la conducción de agua fue restaurada en la segunda mitad del siglo XVIII y prolongada hasta el interior de la población a mediados del siglo XIX.