Localizada a escasos kilómetros de la población cacereña de Alcuéscar, la iglesia de Santa Lucía del Trampal es un edificio singular por diversas razones. A pesar de que algunos expertos la han datado en el siglo VIII muchos otros la sitúan en época visigoda, mediados del siglo VII, con lo que sería uno de los templos más antiguos en territorio español. Para su construcción se utilizaron sillares procedentes de un templo romano, hecho evidente ante las inscripciones que presentan, e incluso prerromanos, identificados cómo altares dedicados al culto de la diosa Ataecina. Parece ser que formaba parte de un importante conjunto monástico y destaca el innovador triple ábside que conforma su cabecera.