Entre todas las rutas de peregrinación que se dirigen hacia Santiago de Compostela, la denominada Camino Francés es seguramente la más conocida y transitada. Generalmente, da comienzo en territorio español en el desfiladero de Roncesvalles, aunque también se considera como tal la que se interna en España a través del puerto de Somport. Atraviesa las comunidades autónomas de Navarra, Aragón (variante de Somport), La Rioja, Castilla y León y Galicia, finalizando su recorrido en la catedral de Santiago de Compostela tras una trayectoria de más de ochocientos kilómetros. A su valía emocional añade una enorme riqueza patrimonial y cultural, sucediéndose casi sin interrupción a lo largo de ella numerosos lugares de interés, entre los que destacan edificaciones religiosas como la catedral de León, la catedral de Burgos, la catedral de Pamplona y la también leonesa basílica de San Isidoro. Civiles como el antiguo convento de San Marcos, el castillo de los Templarios o el castillo-palacio de los Marqueses de Villafranca. Puentes, ermitas, murallas, monasterios y una perenne sensación de paz interior contribuyen a configurar una experiencia inolvidable.