Encargado por el ínclito Juan Pacheco, primer marqués de Villena, al arquitecto flamenco Hanequin de Bruselas, el castillo de Belmonte se alza sobre el cerro de San Cristóbal en la homónima localidad conquense. Las obras debieron comenzar a mediados del siglo XV y se prolongaron durante una década aproximadamente, dando como resultado una edificación que cumplía a la perfección con sus funciones de fortaleza defensiva y lujosa residencia adaptada a los gustos del marqués. Tiene forma de eneágono y dispone de seis torres de más de veinte metros de altura que componen una estrella de igual número de puntas. Aunque fue afectado a lo largo del tiempo, especialmente durante la invasión francesa de comienzos del siglo XIX, las restauraciones que ha necesitado han sido mínimas, por lo que es uno de los pocos ejemplos de castillo español que podemos contemplar en su aspecto prácticamente original.
