Curioso personaje que parece extraído de una novela histórica, Justo Gallego lleva más de medio siglo en el empeño de construir su propia catedral. Comenzó las obras en una parcela familiar situada en la localidad madrileña de Mejorada del Campo allá por 1961 y desde entonces el proyecto ha ido cobrando forma aunque está aún inconcluso. La edificación tiene cincuenta metros de longitud por veinte de anchura y se eleva hasta los cuarenta metros en su cúpula central, aunque su autor pretende que las dos torres lleguen a alcanzar los sesenta metros de altura. Tiene planta basilical con tres naves, claustro y hasta una cripta, donde al autor, que sigue trabajando de sol a sol en el proyecto a pesar de sus más de noventa años, le gustaría ser enterrado.