Localizada en la zona oriental del lago Mälaren, muy cerca ya del Báltico, la ciudad de Estocolmo está distribuida sobre catorce islas asimétricas que le confieren un aspecto abigarrado. La parte más antigua de la villa es conocida como Gamla Stan, que significa ciudad vieja, y está situada fundamentalmente sobre Stadsholmen, donde se concentran las edificaciones más antiguas y con más encanto de la capital sueca. Contigua a ella y también formando parte del casco antiguo se halla Riddarholmen, cuya construcción más destacada es la iglesia del mismo nombre, que desde finales del siglo XIII ha servido como panteón para varios reyes de Suecia. Desde aquí se obtienen buenas vistas de la cercana Kungsholmen, que presume de albergar el Stadshuset o Ayuntamiento, sin duda la imagen más conocida de la ciudad. Algo al sur se encuentra Södermalm, que ofrece al visitante buenas muestras arquitectónicas del siglo XVIII. No resulta difícil ver embarcaciones de diseño tradicional en los canales, especialmente junto a la isla de Djurgården, en la que se ubica el interesante Museo Vasa. En su zona sur se encuentra Skogskyrkogården, cementerio caracterizado por la sensación de paz que transmite.