Fuerteventura (Canarias)
Segunda isla de mayor extensión en el archipiélago canario tras Tenerife, Fuerteventura presenta una superficie alargada, llegando a superar el centenar de kilómetros de longitud máxima. Tiene zonas de gran aridez y la mayor parte de su territorio es plano, debido a la gran erosión sufrida a lo largo del tiempo. De su intensa actividad geológica pasada dan fe los más de veinte conos volcánicos dispersos por la isla, el más icónico de los cuales es la montaña de Tindaya, donde se encuentran más de trescientos grabados rupestres dejados allí por los majos, primeros habitantes de Fuerteventura. Resultan características también las dunas existentes en su zona noreste, que llegan hasta el borde del mar y están protegidas bajo la denominación de Parque Natural de Corralejo. Aunque si por algo destaca Fuerteventura es por sus playas de arena blanca, que se extienden a lo largo de casi ochenta kilómetros de costa y están consideradas las más atractivas de Canarias.