Con sus aproximadamente ciento diez kilómetros cuadrados de superficie, Isla Saona es la mayor de las islas pertenecientes a la República Dominicana. Incluida en su totalidad dentro de los límites del Parque Nacional del Este, la protección de la que disfruta garantiza un espacio natural casi virgen tanto para sus escasos habitantes, dedicados fundamentalmente a la pesca, cómo para quien hasta allí se acerca. Sus playas de finísima arena blanca y sus aguas de impoluto turquesa ofrecen una imagen genuinamente caribeña a los ojos del visitante. Entre aquellas destaca la denominada Canto de la Playa, situada en la punta sureste de la isla.
Qué maravilla, Floren, ahí sí que no habrá estress ni nada parecido. No puedo evitarlo, continúo envidiándote. Un abrazo. Marcela.
Lástima que sea imposible pasar ahí unos días pues, al menos cuando yo estuve, la isla solo se puede visitar en el día debido a su alto nivel de protección. Aunque gracias a eso todavía es posible disfrutar de este auténtico paraíso.
Un abrazo.
Puffff…ya sabes lo que me gustan las islas y las playas…apuntada queda. No la conocía! A pesar de estar a la vera de un macrocomplejo, una de las playas caribenhas que mas me gusto fue Jaulosie Beach, justo entre los dos Pitons de Santa Lucia. Por cierto, Tom Hanks te ganó por poco en el casting de Náufrago, no? 🙂 un abrazo
La que mencionas no la he visto. Mis playas caribeñas favoritas son ésta, la de Tulum (México) y alguna de la isla de Antigua, por ejemplo Half Moon Bay. República Dominicana no es mi destino caribeño favorito, aunque tiene zonas maravillosas, generalmente (y por suerte) protegidas.
Un abrazo.