Renombrada por la calidad de sus alfombras, Naein es una pequeña ciudad situada a más de mil cuatrocientos metros de altura en la vasta meseta central de Irán. Tiene, por consiguiente, un clima desértico que la lleva a superar los cuarenta grados en verano y baja hasta los diez bajo cero en invierno. Los orígenes de la población son inciertos, pero parecen remontarse al menos hasta tres mil años atrás, tal y como lo prueban algunos qanat existentes en la zona. Más adelante fue construida una poderosa fortificación, a la que se conoce como Narenj Qaleh al igual que otras fortalezas de uso militar en el país. El mayor punto de interés en la localidad es la mezquita del Viernes, probablemente la primera que se construyó en Irán tras la invasión musulmana. Hay que mencionar también el conocido como Rigareh, molino de agua situado en el interior de un qanat. En la actualidad, Naein cuenta con unos veintiocho mil habitantes, dedicados fundamentalmente a la fabricación de alfombras y otros tejidos.