A pesar de sus escasos dos mil trescientos cincuenta metros, bastante pocos en comparación con otras cimas vecinas, la Peña Foratata es una de las montañas más carismáticas del Pirineo aragonés. Su característica imagen, con dos cumbres de aspecto simétrico, y la resistencia que ofrece atraen a numerosos escaladores que intentan vencerla. Geológicamente, se trata de un macizo de origen calizo, que estéticamente recuerda a algunos situados en los Picos de Europa e incluso en los Dolomitas. Está situado en el municipio oscense de Sallent de Gállego, muy cerca ya de la frontera francesa, y forma parte de la Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala.