Prototipo de lo que ahora se conoce como villa medieval, Laguardia fue fundada en el siglo X por el rey navarro Sancho Abarca. Otro monarca, concretamente Sancho el Fuerte, ordenó amurallar la localidad a comienzos del siglo XIII. A pesar de haber requerido alguna que otra restauración en el pasado, las murallas se conservan todavía en buen estado e incluyen cinco puertas de acceso al interior de la población. Del siglo XII es la iglesia de Santa María, cuyo pórtico conserva intacta la policromía, realizada en el siglo XVII. Junto a ella se encuentra la denominada Torre Abacial, que ejercía funciones defensivas a la vez que de campanario del templo. Destaca también la coqueta Plaza Mayor, de reducidas dimensiones y porticada en todo su contorno. Laguardia se encuentra rodeada de viñedos, principal ocupación de los aproximadamente mil quinientos habitantes con los que cuenta en la actualidad.