En la zona sur de la bahía de Duquesne, localizada al noroeste de la isla de Granada, pueden verse diversos petroglifos amerindios. Fueron grabados en la parte inferior de unas rocas donde rompen las olas del Caribe, por lo que es conveniente ir a verlos cuando la marea se encuentra en su punto más bajo. Además de algunas figuras geométricas, están representados unos rostros de aspecto amenazante y rodeados de espirales, cuyo significado es desconocido. Algunos expertos piensan que son obra de los indios arawaks que antiguamente poblaron la isla, mientras que otros los sitúan en un periodo incluso anterior. En la actualidad se encuentran bastante degradados, debido tanto al efecto del agua del mar como a los productos que vierten sobre ellos los locales para que los visitantes puedan apreciarlos con mayor nitidez.