Extrañas construcciones propias de Menorca, las taulas están compuestas generalmente por una losa horizontal superpuesta a una vertical, mostrando el conjunto forma de T. Están datadas aproximadamente en el primer milenio a.C. y se sitúan en el punto central de un recinto amurallado, que siempre es único por poblado. Existen alrededor de una treintena por toda esta isla balear y, aunque su funcionalidad es desconocida, hay varias hipótesis al respecto. La más divulgada en la actualidad las relaciona con algún tipo de culto al toro, ampliamente practicado por los pueblos del Mediterráneo. Un ejemplo característico es la taula de Torretrencada, cuya piedra vertical supera los dos metros de altura y tiene la peculiaridad de poseer una columna de refuerzo, diseñada para soportar el considerable volumen de la piedra horizontal. Ocupa un lugar destacado en el poblado homónimo, que conserva varios otros elementos característicos de la cultura talayótica menorquina.