A pesar de que las líneas divisorias entre los periodos históricos muestran en general una evidente oscuridad, habitualmente se considera Prehistoria el lapso temporal que va desde la aparición de los primeros homínidos hasta el nacimiento de la escritura. Como suele ocurrir con casi todas las teorías, ésta tiene su parte real y su parte truculenta, pues no llega a definir lo que se considera escritura y tampoco tiene en cuenta que esta habilidad humana surgió en diferentes épocas dependiendo del espacio geográfico que se considere.

Para confundir aún más el contenido de esta entrada, también existen suficientes lagunas en cuanto a lo que se considera arte en general. Muchas más aún en cuanto a las manifestaciones artísticas surgidas en ese periodo al que anteriormente nos hemos referido como Prehistoria. ¿Era consciente un artista prehistórico que decoraba las paredes de su cueva del hecho de estar creando una obra de arte indeleble? O, por el contrario, ¿tenía tan solo en cuenta su funcionalidad como si fuera un oscuro diseñador contemporáneo? Probablemente nunca conoceremos la respuesta a esta cuestión, pero sea cual fuere no cabe duda alguna de que nuestros antepasados paleolíticos, neolíticos o habitantes de las edades de los metales nos han dejado un legado artístico auténticamente insustituible.

Sirva este post como homenaje a aquellos creadores prehistóricos anónimos que en tantas ocasiones han conseguido maravillarme con su exquisita sensibilidad, sorprenderme de su inacabable fuerza expresiva y emocionarme ante su inmensa calidad artística. Fuera su propósito final o no, no me cabe duda alguna de que todos ellos eran unos excelentes artistas.

Petroglifos de Cholpon-Ata (Kirguistán): Auténtico museo al aire libre, Cholpon-Ata reúne un número casi incontable de grabados producidos en diferentes periodos de la Prehistoria. Probablemente la intención de sus creadores nunca fue la de atrapar con su arte pero doy fe de que lo han conseguido con creces. Destaca una piedra enorme que reúne diferentes escenas, en mi opinión una suerte de Guernica neolítico.

Dolmen de Menga (España): A pesar de que sea aún considerado un simple lugar de enterramiento, cualquiera que acceda al dolmen de Menga se dará cuenta de que es mucho más que eso. Con permiso de alguna otra que veremos posteriormente, ésta es la más grandiosa obra de arte prehistórica, una suerte de santuario catedralicio de la época. Sus datos abruman, estar allí emociona.

Crómlech de Almendres (Portugal): Entre las numerosas y mareantes teorías que intentan explicar el significado de un crómlech, probablemente no haya ninguna que se acerque siquiera a la motivación de sus creadores. También es posible que no conozcamos nunca el significado real de esta construcción tan simétrica en unos aspectos como asimétrica en otros. Pero, ¿a alguien le importa? Disfrutemos de este lugar prácticamente sin parangón y usemos nuestra imaginación para intentar comprender su significado.

Naveta des Tudons (España): Aunque es posible que la razón de ser de esta edificación sea puramente funeraria, a quien la visite creo que no le surgirán dudas acerca de sus valores artísticos también. Al ser excavada aportó restos de al menos un centenar de individuos, pero sobre su auténtico significado quedan numerosas incógnitas en el aire. Construida hace al menos tres milenios, se trata del edificio más antiguo conservado en su integridad en Europa.

Menhir de Outeiro (Portugal): Existen numerosos otros menhires, algunos más altos, otros formando agrupaciones, seguramente muchos estratégicamente mejor situados. Pero resulta difícil encontrar una de estas muestras de arte prehistórico con una estética mejor definida que la de ésta. Estilizado, longilíneo y de aspecto fálico sin miramientos, el menhir de Outeiro llega incluso a presentar una característica ranura en su parte superior. ¿Fue erigido como elemento central de algún culto a la fecundidad? ¿O surgió como resultado de la imaginación de algún artista prehistórico posmoderno?

Petroglifos de Gobustán (Azerbaiyán): El lugar conocido como Gobustán, a no demasiada distancia del Caspio, ofrece numerosas muestras de haber sido un importante asentamiento prehistórico. Entre ellas, por la calidad de sus grabados y sus diversos motivos, destacan sus renombrados petroglifos. Aunque sea difícil de creer, el número de grabados supera con creces el medio millón, lo que da idea de lo fundamental que debió resultar hace milenios.

Pinturas del Abrigo Cantos de la Visera II (España): Considerado por algunos la Capilla Sixtina del arte rupestre levantino, este abrigo está situado al norte de la Región de Murcia. Contiene varias decenas de figuras, algunas de ellas de grandes cuadrúpedos que refieren al Paleolítico. Entre ellas se entremezclan motivos esquemáticos, surgidos a la manera de arte abstracto ya en el Neolítico.

Pensador de Hamangia (Rumanía): Sus dimensiones son escasas, pero su innovador diseño hace de esta figurilla un motivo fundamental en el arte prehistórico. De acuerdo con los expertos fue creada en el Neolítico Medio, es decir que puede acercarse a los ocho mil años de antigüedad. Y no solo eso, es posible sirviera de inspiración al genial escultor Rodin para producir su obra más conocida, aunque él no lo reconociera nunca.

Dolmen El Mellizo (España): De dimensiones más reducidas que su homónimo de Menga, el dolmen El Mellizo no deja de impresionar por su aspecto. Es muy difícil establecer comparaciones cronológicas e incluso funcionales entre ellos, pero a ojos de un profano como yo lo soy, la relación entre ambos sería algo así como la de una catedral respecto a una simple iglesia del pueblo. Aunque, independientemente de su funcionalidad, no cabe duda alguna de que esta construcción minimalista destila arte por los cuatro costados.

Petroglifos de Tamgaly (Kazajstán): Contenidos en una garganta en medio de la inmensidad de la estepa kazaja, los petroglifos de Tamgaly comenzaron a ser creados en plena Edad del Bronce. Desde entonces, y a lo largo de varios milenios, los grabados que pueden verse en el lugar se cuentan por decenas de miles. Los motivos representados son múltiples y están plenamente relacionados con la época en que fueron creados, variando desde los que muestran un estilo figurativo hasta los puramente abstractos.

Pinturas de la Cueva de los Letreros (España): Unas decenas de kilómetros al sur del anteriormente mencionado Abrigo Cantos de la Visera II, pero ya en Andalucía, la denominada Cueva de los Letreros ofrece siete paneles con diversas figuras esquemáticas al visitante. Algunas de ellas aparentan ser caracteres de un alfabeto desconocido, mientras que otras son zoomorfas o antropomorfas. Destaca una de éstas últimas a la que popularmente se conoce como El Brujo, extraño personaje con cuernos que sujeta lo que asemeja ser una hoz con su mano izquierda.

Stonehenge (Reino Unido): Con toda seguridad la construcción prehistórica más emblemática que existe, Stonehenge es tan carismática como desconocida. Aunque sobre este crómlech monstruoso se han vertido ríos de tinta, ni siquiera está claro su periodo de construcción, aunque muchos expertos lo sitúen hace unos cuatro milenios. A pesar de las múltiples teorías surgidas sobre este lugar, su finalidad se ignora. Pero, bien pensado, ¿a alguien le importa? Para algunos, entre los que me incluyo, su valor artístico es indudable y nos conformamos con seguir pudiendo admirar esta auténtica obra de arte legada por nuestros antepasados.