Datado en el siglo XII, época de la que se conserva una bóveda almohade en su interior, el castillo de Biar está ubicado sobre un cerro que domina la localidad alicantina homónima. Aproximadamente un siglo más tarde pasó a manos aragonesas, tras su conquista por Jaime I, y así se mantuvo a pesar de diversos intentos castellanos para hacerse con él ya en el siglo XIV. Conserva dos recintos defensivos, con una estrecha separación entre ambos, y en el interior del segundo destaca la torre del homenaje, popularmente conocida como torre maestra. Está construida en tapial, tiene forma de prisma rectangular y se eleva cerca de veinte metros sobre el resto del conjunto.