Muy conocida en época medieval por su elevado número de iglesias, no en vano se aseguraba que tenía una para cada día del año, Ohrid es una población macedonia situada en la orilla del lago homónimo. Su origen parece ser ilírico y la localidad ya estaba constituida en tiempos de Filipo II de Macedonia. En la época clásica era conocida como Lychnidos, término procedente del griego lychnos, que significa lámpara. De esos tiempos ha llegado hasta nuestros días un teatro en buen estado de conservación. Durante la Alta Edad Media pasó a ser denominada Ohrid, que se traduce como en la colina. Entre los siglos IX y XI formó parte del Primer Imperio Búlgaro y luego pasó por manos bizantinas, serbias, albanesas y otomanas, hasta que los serbios volvieron a tomar el control en 1912. Fue invadida por Bulgaria durante las dos guerras mundiales, para integrarse en Yugoslavia tras la última y pasar a pertenecer a Macedonia del Norte desde su independencia en 1991. Todos estos pueblos han dejado su huella en la ciudad, especialmente en forma de iglesias. Sobresalen las dedicadas a Santa Sofía, a San Clemente y San Pantaleón, a San Juan Kaneo y a San Jorge. Ohrid cuenta en la actualidad con algo más de cuarenta mil habitantes, la mayor parte de ellos de origen macedonio, aunque con importantes minorías albanesa y turca. Destaca tanto por sus valores culturales como por los naturales, que atraen a un incipiente turismo a la zona.