Crédito: Anna & Michal

Entre las distintas danzas tradicionales balinesas, la más renombrada suele ser la conocida como legong. Sus orígenes se remontan a comienzos del siglo XIX y surgió probablemente como una forma de entretenimiento para la realeza local. De acuerdo con la leyenda, un príncipe soñó con dos doncellas que bailaban al ritmo de la música de un gamelan y, cuando despertó, intentó hacer su sueño realidad, surgiendo así la danza. Originalmente, sus intérpretes eran niñas que aún no habían alcanzado la pubertad. Eran elegidas a los cinco años y sometidas a un duro entrenamiento para conseguir los característicos movimientos de pies y manos, así como las complicadas expresiones faciales que la definen. Solían alcanzar un alto estatus social y habitualmente se casaban con gente de la nobleza, retirándose cuando lo hacían. Hoy día, el legong sigue muy arraigado en la tradición balinesa, pero también se representa para los turistas y sus intérpretes son de cualquier condición, incluso hombres vestidos con traje de mujer.