Surgida tras la expansión vivida por la población murciana de Mula después de la Reconquista, la plaza del Ayuntamiento sirve como centro neurálgico local. A lo largo del tiempo se fueron estableciendo en ella construcciones como el pósito, más adelante reconvertido en casino tras perder su utilidad como almacén de trigo; el Ayuntamiento, instalado en una antigua casa solariega del siglo XVII; la iglesia de San Miguel, cuya torre compite en altura con la vecina Torre del Reloj; y el Monumento al Tamborista, escultura del año 2000 con la que se homenajea a los participantes en la apodada Noche de los Tambores. Desde su creación, la plaza del Ayuntamiento ha jugado un papel importante como punto álgido de la vida social muleña, no en vano en ella tenía lugar el mercado, congregaba a los residentes para cualquier tipo de celebración o protesta e incluso se impartía justicia y se realizaban ejecuciones.