Fortificada a comienzos del siglo IX, Preslav se convirtió en la capital del Primer Imperio Búlgaro a finales de ese mismo siglo. Su origen parece estar en un asentamiento eslavo cercano a la localidad de Pliska, primera capital del mencionado imperio. Durnte los ochenta años en los que ostentó la capitalidad, la población creció rápidamente y alcanzó el culmen durante el reinado de Pedro I. Tras ser ocupada por el príncipe de Kiev Sviatoslav hacia 970, se inició una guerra entre rusos y bizantinos, durante la cual fue incendiada. Entonces comenzó su decadencia, aunque recuperó algo de su pasado esplendor a finales del siglo XII, ya en tiempos del Segundo Imperio Búlgaro. En la segunda mitad del siglo XIII fue invadida de nuevo, esta vez por los tártaros, y Preslav quedó definitivamente abandonada. Sus últimos residentes se asentaron en las inmediaciones, constituyendo lo que hoy es la ciudad denominada Veliki Preslav.