Rematado por una magnífica cúpula adornada con panes de oro de veinticuatro quilates, el edificio Metrópolis es uno de los más representativos de la capital de España. Fue construido a comienzos del siglo XX por encargo de la compañía de seguros La Unión y el Fénix, y con sus cuarenta y cinco metros de altura se mantuvo durante diez años como edificación más alta de Madrid. De estilo ecléctico, su traza es neorrenacentista en general, aunque ofrece algunos detalles que la relacionan con el modernismo. Anteriormente, estaba coronado por una figura que representaba el Ave Fénix, que al cambiar de manos en la década de los setenta del siglo pasado fue reemplazada por la actual Victoria Alada. Está situado justo en la esquina donde convergen la Gran Vía y la calle de Alcalá, y, en contra de lo que suele pensarse, el cartel con la palabra Metrópolis que muestra su fachada no alude ni a la ciudad madrileña en sí ni a la famosa película de Fritz Lang, sino a Metrópolis Seguros, compañía aseguradora que es la actual propietaria del edificio.