Popular y erróneamente conocida como La Sinagoga, esta edificación jamás fue utilizada como templo de la antigua comunidad judía de Valencia de Alcántara. Lo prueban con datos indubitables los historiadores Bartolomé Miranda Díaz y Dionisio Á. Martín Nieto en su obra El Patrimonio Artístico de Valencia de Alcántara, de obligada lectura para los interesados en el patrimonio valenciano-alcantarino. Afirman también que el edificio data de finales del siglo XV y que su propósito era el de servir como carnicería, hasta que fue remodelado en la segunda mitad del siglo XVII para ejercer la nueva función de matadero. Fue entonces cuando se construyeron las esbeltas columnas que podemos ver en la actualidad y que han sido interpretadas de manera equivocada, llevando a algunos a pensar que se trataba de una sinagoga. La rehabilitación efectuada a caballo de los siglos XX y XXI creó aún más confusión en el asunto, debido al exceso de imaginación de sus autores.