Espacio común para todas las civilizaciones desde tiempos inmemoriales, el rango de actividades de las que la plaza ha sido escenario a lo largo de los siglos es innumerable. Artísticas, como espectáculos musicales o teatrales. Lúdicas, como diferentes tipos de juegos o deportes. Comerciales, como cualquier tipo de transacciones que imaginarse pueda. Religiosas, como procesiones o misas al aire libre. Políticas, como arengas, manifestaciones o protestas varias. Alegres, como todo tipo de festejos o ferias. Sangrientas, como sacrificios o ejecuciones. Desde siempre, la plaza ha representado mejor que ningún otro el lugar adonde el ciudadano se acerca para expresar sus sentimientos sean del tipo que sean. Y aunque la amenaza es cada vez más creciente, espero que internet no logre bajarla nunca de su pedestal.

Tras tamaña arenga, centrémonos en el meollo de la cuestión, que no es otro que el de considerar las plazas desde su punto de vista turístico. Después de listar aquí nuestras plazas favoritas a nivel mundial; en este post nuestras preferidas de Europa; en esta entrada las que más nos gustan en los pueblos de España; y en esta otra las madrileñas que más nos convencen, salvo alguna sorpresa posterior tan solo nos quedaría destacar las que más nos han impresionado en las ciudades españolas. Situando esa leve frontera que separa el pueblo de la ciudad en los diez mil habitantes, como ya hemos hecho en otras ocasiones.

Sin más preámbulos, en este nuevo reto con el gran Jordi Martínez Baylach hablamos, de nuevo, de plazas.

Plaza Mayor (Salamanca, Castilla y León): Aun a costa de ser repetitivo, y pido disculpas por ello, tengo que destacar una vez más la maravillosa Plaza Mayor de Salamanca. Obra maestra de Alberto Churriguera, fue construida en la primera mitad del siglo XVIII utilizando la característica piedra de Villamayor, tan habitual en los edificios salmantinos. Aunque a simple vista parezca un cuadrado, en realidad tiene forma trapezoidal puesto que ninguno de sus lados tiene la misma medida.

Plaza Mayor (Cáceres, Extremadura): Considerablemente más asimétrica y heterodoxa, la magnífica Plaza Mayor de Cáceres está rodeada por edificaciones que nada tienen que ver las unas con las otras. Sin embargo, su imagen final ofrece al espectador una extraña coherencia. Incluso a pesar de que hace unas décadas se decidiera encalar las fachadas de algunas viviendas, rompiendo el aspecto un tanto monocorde que representaba todo el conjunto con anterioridad.

Plaza Mayor (Ocaña, Castilla-La Mancha): Debo decir que Ocaña entra en esta categoría por los pelos, puesto que su población actual es de unos doce mil habitantes tan solo. Conserva una extraordinaria Plaza Mayor, edificada en la segunda mitad del siglo XVIII posiblemente a imagen y semejanza de la madrileña que veremos luego. Tiene forma de paralelogramo y en ella se han celebrado multitud de acontecimientos, desde torneos a los ahora tan denostados festejos taurinos.

Crédito: Óscar Marín Repoller

Plaza Alta (Badajoz, Extremadura): Mucho menos conocida que las anteriores, la sorprendente Plaza Alta de Badajoz merece salir de su habitual anonimato. Tiene forma cuasi rectangular, con unos noventa metros en su lado más largo. Lugar de mercado durante la Edad Media, mantiene buena parte de sus soportales. Su imagen más emblemática es la de las denominadas Casas Coloradas, construidas durante una reforma efectuada a finales del siglo XVII y que no llegaron a completarse del todo debido al comienzo de la Guerra de Sucesión.

Crédito: Manuel Bejarano

Plaza de la Corredera (Córdoba, Andalucía): No sé si es casualidad, pero la grandiosa Plaza de la Corredera fue proyectada por un arquitecto nacido en Salamanca. Ocurría esto en el siglo XVII, bastante antes que fuera diseñada la plaza mayor salmantina, pero comparte con ésta un evidente talante barroco. Su forma es de rectángulo irregular, superando los ciento diez metros en su lado más largo. En ella se encuentra el mercado de Sánchez Peña, anteriormente sede del Ayuntamiento cordobés y hoy día mercado de abastos.

Plaza del Obradoiro (Santiago de Compostela, Galicia): Si hay una plaza que ejerza al cien por cien el papel de centro neurálgico de una población, ésa es la sobresaliente Plaza del Obradoiro. Como no podía ser de otra manera, está delimitada por los edificios más significativos de la localidad compostelana. A saber: el Palacio de Raxoi, sede del Ayuntamiento local; el Palacio de Xelmírez; el Colegio de San Xerome; el Hospital de los Reyes Católicos; y la Catedral de Santiago. Pocas veces puede verse tanto patrimonio concentrado en tan reducido espacio.

Crédito: Bernard Blanc

Plaza de María Pita (La Coruña, Galicia): Así denominada en honor a una vecina coruñesa que luchó contra las tropas inglesas de Drake en el siglo XVI, la imponente Plaza de María Pita compone otro rectángulo, llegando a los ciento veinte metros en su lado más largo. Data de la segunda mitad del siglo XIX y está presidida por el palacio de María Pita, sede del Ayuntamiento local. Como era de esperar, una estatua de la heroína gallega completa el conjunto desde finales del siglo XX.

Plaza Mayor (León, Castilla y León): A la sombra de la cercana catedral, la exquisita Plaza Mayor de León fue lugar de mercado en sus comienzos. Tuvieron lugar éstos a mediados del siglo XVII, aprovechando un incendio que había destruido numerosas viviendas en la zona. Al parecer la pretensión inicial fue hacerla cuadrada, pero acabó teniendo una forma ligeramente trapezoidal. Y, en contra de lo que pueda pensarse, la edificación que la preside, conocida como Casa del Consistorio, nunca ha sido sede del Ayuntamiento leonés.

Crédito: Marc

Plaza Mayor (Valladolid, Castilla y León): Quizás os hayáis planteado cual es la plaza mayor más antigua de España. Pues, aunque existen algunas dudas al respecto, todo parece indicar que tal distinción la ostenta la remarcable Plaza Mayor de Valladolid. También es posiblemente una de las de mayores dimensiones, puesto que forma un rectángulo cuyo lado más largo se acerca a los ciento veintidós metros. Está porticada en todo su perímetro y entre sus construcciones sobresale la Casa Consistorial, que en este caso sí es sede del Ayuntamiento local.

Plaza Mayor (Madrid, Comunidad de Madrid): En esta lista no podía faltar la que para muchos es la plaza mayor más bonita de España. La soberbia Plaza Mayor de Madrid también fue construida con vistas a que se celebrara en ella el mercado local. Ocurría esto en la segunda mitad del siglo XVI y el lugar elegido era entonces un arrabal, aunque ahora esté situado en pleno centro de la población. Mucho ha llovido desde entonces y las fachadas de la Casa de la Panadería, en su lado norte, y de la Casa de la Carnicería, en su lado sur, han llegado a convertirse en imágenes icónicas de la villa madrileña.

Podéis ver las diez plazas elegidas por Jordi aquí.