Bautizada como Concepción por Colón, Granada adquirió su denominación actual unas décadas más tarde, al encontrarse similitudes entre las montañas del interior de la isla y la Sierra Nevada andaluza. De origen volcánico, su interior es montañoso y alcanza su mayor altitud en Mount Saint Catherine, que se eleva hasta unos ochocientos cincuenta metros de altura. Está surcada por varios ríos que forman hermosas cascadas como Concord Waterfalls y presenta algunos lagos, entre los que destaca el Grand Etang. No podían faltar playas, de arena blanca como Grand Anse u oscura, entre las que hay que mencionar la de Duquesne, donde aún es posible ver a pescadores recogiendo sus capturas a la manera tradicional así como diversos petroglifos amerindios. Han perdurado algunas fortalezas, recuerdo de los periodos coloniales francés y británico, entre las que sobresale Fort George. Saint George es una de las capitales caribeñas más atractivas, proporcionando imágenes como la de su coqueto puerto, localmente denominado The Carenage. Junto con un puñado de pequeñas islas pertenecientes al grupo de las Granadinas, Granada forma el estado homónimo, el segundo más pequeño de América.
