Brașov (Distrito de Brașov, Rumanía)
A los pies de los Cárpatos, concretamente de la imponente montaña Tâmpa, se encuentra la población rumana de Brașov. Bastante menos conocida que otras localidades de Transilvania, fue fundada a comienzos del siglo XIII, probablemente por residentes de una fortaleza existente en el mencionado Monte Tâmpa. De ahí viene su denominación, cuyo origen está en la palabra eslava barasu, que significa fortaleza. Pocos años más tarde se constituyó un monasterio de monjas junto a lo que posteriormente se convertiría en la magnífica Iglesia Negra, que sigue impactando al visitante hoy día. Tras sufrir invasiones tártaras y otomanas, la ciudad pasó a formar parte de Transilvania, que se integró definitivamente en Rumanía tras la Primera Guerra Mundial. Entre sus puntos de interés, sobresalen las iglesias Negra y de San Nicolás; la catedral ortodoxa; la encantadora Piața Sfatului; el Museo de Historia; y diversos restos de las fortificaciones que le dieron nombre. No hay que olvidar la estación de invierno Poiana Brasov, localizada en sus inmediaciones. Hoy día, Brașov cuenta con cerca de trescientos mil habitantes, que la convierten en la segunda localidad más poblada de Transilvania.