Variedad de pastoreo consistente en el desplazamiento de los rebaños en busca de los mejores pastos, la trashumancia es una actividad habitual en el ámbito de la ganadería desde antaño. A diferencia de lo que suele pensarse, esta práctica no es exclusiva de Europa sino que se realiza en todos los continentes. La trashumancia no debe confundirse con el pastoreo nómada, puesto que en aquélla se producen movimientos estacionales fijos, mientras que en éste la movilidad suele ser irregular. También es fijo el punto de partida, hecho nada habitual en el nomadismo. El tipo de ganado envuelto en el proceso depende del lugar que se considere, aunque siempre se trata de animales herbívoros por razones obvias. Las rutas son asimismo dependientes del entorno considerado y deben tener en cuenta las diferencias climáticas entre las estaciones, con el fin de asegurar la abundancia de pasto para el ganado. Resulta imprescindible la figura del pastor, quien, desplazándose a pie o a caballo y frecuentemente acompañado por sus perros, es el responsable de que el desarrollo se lleve a buen término. En el caso concreto de España, el ganado implicado es usualmente caprino u ovino y las rutas trashumantes se conocen como vías pecuarias. Entre ellas cobran especial relevancia las denominadas Cañadas Reales.
