Este sitio de la lista indicativa comprende muchos lugares, tanto en Buenos Aires como en La Plata. Me parece una buena iniciativa del Gobierno de Argentina el haber presentado estas dos ciudades a UNESCO.
Los principales lugares que he visitado en el centro de Buenos Aires, son:
– Casa de Gobierno Nacional (Casa Rosada). Visita obligada para cualquier turista
– Plaza de Mayo
– Estaciones de subterráneo Línea A (tomaba esta línea de subterráneo a diario para acercarme al centro)
– Teatro Colón (lo vi por fuera)
– Teatro Cervantes (lo vi por fuera)
– Monumento al General Roca (el que masacró y esclavizó a miles de indígenas mapuches a finales del siglo XIX)
– Estación Retiro del Ferrocarril
– Hotel de Inmigrantes (que hoy es un museo muy interesante donde pasé unas 3 horas de visita, aunque tratan de ningunear la inmigración española -que fueron los primeros y fundaron la ciudad- acentuando la italiana)
La Plata
La Plata es una ciudad artificial fundada a finales del siglo XIX y remodelada en los años veinte del siglo XX. En un tiempo se llegó a llamar Ciudad Eva Perón. No tiene nada especial, sin embargo me gustó su atmósfera y algunos de sus edificios. Llegué a esta ciudad en tren, precisamente en la estación de tren de La Plata se filmó una escena de la película Siete Años en el Tíbet. A mí no me pareció una estación hermosa; las he visto mejores en Argentina, por ejemplo la de Tucumán. De allí caminé hacia la catedral y me paré frente a los siguientes sitios inscritos en la lista indicativa de UNESCO:
– Pasaje Dardo Rocha, un edificio atractivo, pero no entré en él; tan solo lo vi desde la acera de enfrente y le hice una foto. Un indígena me contó que era un centro cultural, y que Dardo Rocha fue un político, periodista y el fundador de la ciudad
– Catedral de La Plata, donde entré y, tras la misa dominical, en la que participé como un fiel, aproveché para comprarle un cirio al párroco. Enfrente había un jachkar, o una cruz armenia, regalo de la comunidad de ese país a Argentina. En España tenemos dos jachkar, uno en la montaña de Montjuich (Barcelona), y el otro está en un parque de Alicante
Le pedí a un indígena argentino que me hiciera una foto frente a la catedral, para lucir mi camisa de los domingos, que me había puesto ese día. También admiré las fachadas de la Casa del Gobierno, la del Ayuntamiento y la del Museo de Historia Natural. Unas 5 horas pasé en La Plata; sobre las 2 de la tarde abordé de nuevo el tren hacia Buenos Aires para comerme un rico asado con vino de Mendoza en mi restaurante favorito «La Estancia», en la calle Lavalle.
