MunDandy

MunDandy

Región de Murcia

Buscando un tesoro

Yecla_02

Cuenta una vieja leyenda que un par de misteriosos jinetes se aproximaron un día de primavera hasta la falda del monte Arabí. Cabalgaban raudos, espoleando sus monturas, como si temieran que algo pudiera perturbar sus propósitos. Desmontando al alcanzar su objetivo, se acercaron a unos lugareños que por allí merodeaban, pidiéndoles cuidar durante un tiempo de sus corceles. Éstos aceptaron de buen grado y comprobaron con estupor como aquellos desconocidos se introducían en las entrañas de la montaña por una abertura en la que no habían reparado hasta entonces. Pasados muchos minutos, quizás horas, tan extraños personajes reaparecieron cargados con unos sacos a sus espaldas. No tuvieron los paisanos la posibilidad de comprobar lo que guardaban en su interior, pero, a cambio de los servicios prestados, fueron correspondidos con unas piezas de oro.

Yecla_01

El monte Arabí eleva sus poco más de mil metros en las cercanías de la localidad murciana de Yecla. Sus laderas están cubiertas por una vegetación en la que predomina el pino carrasco, que suele estar acompañado por matorrales de coscoja, jara o espino negro, entre otros. Lo sobrevuelan diversos tipos de aves, entre ellas varias especies de rapaces, que encuentran alimento en culebras de herradura, ratones de campo y conejos presentes en la zona. También pueden verse jabalíes, muflones y, con mucha suerte, algún ejemplar aislado del esquivo gato montés. Junto a él, y formando parte del conjunto, se encuentra el denominado Arabilejo, cerro que alcanza los novecientos metros de altura.

Yecla_20

A pesar de su relativamente escaso porte, el monte Arabí ha conseguido atraer visitantes desde tiempos inmemoriales. Tradicionalmente considerado lugar de peregrinación, un halo legendario lo envuelve desde antaño. Probablemente, y debido a las numerosas evidencias de presencia humana halladas en su entorno, allí se celebraron ignotos ritos en el pasado. Prueban esta teoría diversos petroglifos; cazoletas, como las que pueden verse en el Arabilejo; decenas de muestras de arte rupestre; y, especialmente, misteriosas tallas existentes en la abundante roca granítica. Destaca entre ellas una figura que representa un corazón, cuyo significado es, y seguramente lo será para siempre, desconocido.

Yecla_12

Aunque las afloraciones graníticas son habituales en el monte Arabí, parte de su subsuelo está ocupado por un sustrato calizo. Dan fe de ello las diferentes simas dispersas por la zona, creadas debido a fenómenos de origen kárstico. Destaca la espectacular Cueva de la Horadada, formada por la acción del viento y la lluvia sobre la caliza a partir de una fisura superior. La cavidad tiene unas dimensiones que superan los treinta y cinco metros de alto y los treinta de profundidad, accediéndose a ella por una abertura de unos veinte metros de altura. En su parte superior muestra un gran orificio, que con el tiempo va ampliándose como consecuencia de la erosión. Hay que mencionar también la denominada Cueva del Tesoro, galería subterránea de unos cien metros de largo sobre la que circulan varias leyendas, como la que afirma que se utilizó para guardar oro en el pasado.

Yecla_07

No era oro lo que iba buscando cuando decidí visitar el monte Arabí, sino algunas manifestaciones del denominado arte rupestre levantino. Y tuve la suerte de hallarlo en tres localizaciones distintas. El abrigo del Mediodía se encuentra situado en la base de un farallón rocoso de indudable interés geológico. Muestra diversas pinturas de tipo esquemático, con motivos vegetales, zoomorfos y antropomorfos. Aproximadamente a un kilómetro de distancia y separados por una veintena de metros uno del otro, los abrigos Cantos de la Visera I y Cantos de la Visera II ofrecen numerosas representaciones de tipo naturalista y esquemático. Especialmente el segundo de ellos, donde pueden apreciarse unas ochenta figuras de bóvidos, equinos y cérvidos junto a diferentes trazos lineales, reticulares y puntiformes. Observando con atención tan maravillosa obra de arte, no tuve dudas de haber encontrado el auténtico tesoro oculto del monte Arabí.

LEAVE A RESPONSE

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¿Quieres estar al tanto de nuestras actualizaciones? Suscríbete
Loading