Como adecuadamente indica la denominación con la que frecuentemente es conocido, el castillo de Ponferrada fue construido por la orden del Temple. Acaeció este hecho a finales del siglo XII y la fortificación inicial fue probablemente erigida sobre lo que anteriormente había sido un castro celta. Numerosas disputas siguieron con posterioridad, primero entre la mencionada orden y el reino de León y más adelante entre diversos señores feudales que incluso llegaron a disputarse su propiedad con los mismísimos Reyes Católicos. Más adelante siguió un periodo de tranquilidad, que se ha mantenido hasta la fecha a pesar de ciertas épocas de abandono que amenazaron con llevarlo a la ruina. Arquitectónicamente, la imagen que vemos hoy le fue otorgada a la fortaleza en el siglo XV aunque se mantienen restos del periodo templario. El conjunto actual tiene planta irregular y es producto de las sucesivas ampliaciones efectuadas sobre la fortificación inicial. En el pasado estuvo rodeado de un foso, del que aún existen indicios.