Duramente castigado por los bombardeos nazis durante la Segunda Guerra Mundial, el centro histórico de Varsovia hubo de ser reconstruido casi por completo tras la contienda. A pesar de que diversos palacios y otras edificaciones monumentales se perdieron para siempre, muchos consiguieron ser restaurados con éxito y lucen en buen estado en la actualidad. Sobresale el Castillo Real, situado en la plaza a la que da nombre y que fue residencia de la familia real polaca hasta finales del siglo XVIII. Diversos palacios, iglesias y otros edificios de interés se alinean en la calle Krakowskie Przedmieście, que forma parte de la denominada Ruta Real. Este paseo parte del castillo y termina frente al Palacio de Wilanów, importante edificación barroca de la segunda mitad del siglo XVII. Sin embargo, el eje central del centro histórico lo constituye la plaza del Mercado, constituida en el siglo XIII a la vez que la ciudad y que tuvo que ser rehecha entera tras ser sistemáticamente destruida por la Luftwaffe.