Vertebrada por la Via Domitia, la provincia romana de Galia Narbonense se extendía por el sureste de Francia, desde los Pirineos a Niza. Considerada de especial interés por los dirigentes del Imperio, numerosos asentamientos se establecieron en la zona. Tenía su capital en Narbo Martius, la actual Narbonne, y entre sus poblaciones más destacadas se encontraban Arausio, Avennio, Antipolis, Tolosa, Carcasum, Massalia, Arelate y Nemausus, que con el tiempo se convirtieron en Orange, Aviñón, Antibes, Toulouse, Carcassonne, Marsella, Arles y Nîmes respectivamente. El conjunto patrimonial que forman las dos últimas, junto con Glanum, civitas situada junto a la localidad de Saint-Rémy-de-Provence, acueductos como el magnífico Pont du Gard y la propia Via Domitia es candidato a Patrimonio Mundial desde 2002. Entre las construcciones más destacadas que albergan se encuentran el anfiteatro de Arelate, el anfiteatro de Nemausus, el arco de Glanum, la Maison Carrée y el teatro de Arelate, además del anteriormente mencionado Pont du Gard.