Residencia oficial de la reina de Inglaterra en sus visitas a Escocia, el palacio de Holyrood se encuentra situado en uno de los extremos de la Ciudad Vieja de Edimburgo. En ese lugar se hallaba una abadía, fundada en la primera mitad del siglo XII a instancias de un rey escocés. A finales del siglo XV ya existía una residencia real junto al cenobio, que fue ampliada y convertida en un palacio propiamente dicho a comienzos del siglo XVI. Desde entonces, sirvió como sede de la corte escocesa hasta que James VI se convirtió en rey de Inglaterra y se trasladó a este reino a comienzos del siglo XVII. La edificación actual data de la segunda mitad de ese siglo, exceptuando una de las torres, que es anterior. Tiene una estructura cuadrangular, con dos fachadas simétricas hacia los puntos cardinales norte y sur. Los restos de la abadía original están adosados al edificio en la esquina noreste. La reina suele alojarse en él durante alrededor de una semana a comienzos del verano, cuando distintas ceremonias tienen lugar en sus instalaciones.