Fue una rica viuda española quien donó los fondos para fundar el inicialmente denominado Monasterio del Señor San José de la Orden de Nuestra Señora del Carmen. Ocurría esto a mediados del siglo XVII y la propia residencia de la mecenas sirvió como sede física del cenobio. La llegada desde Santo Domingo de tres monjas de la Orden del Carmelo sirvió para que los locales empezaran a referirse a él como Convento de las Carmelitas. La calle del Viejo San Juan donde se encontraba comenzó a ser conocida como Caleta de las Monjas, denominación que se mantiene en la actualidad. A mediados del siglo XIX, el edificio fue sometido a un proceso de reestructuración con vistas a su ampliación. Ya a comienzos del siglo XX, las monjas lo abandonaron y cayó en un progresivo abandono. En la década de los sesenta de ese mismo siglo la edificación amenazaba ruina y se decidió reconvertirla en hotel. El gobierno del Estado Libre Asociado aportó los fondos y durante el proceso se eliminaron las torres que flanqueaban la capilla, quitando también la cruz que lo identificaba como convento. Desde entonces funciona como hotel de lujo y por sus habitaciones ha desfilado una selecta clientela, entre la que destaca la famosa actriz Rita Hayworth.
