Ubicada al sur del lago artificial conocido como IJsselmeer, la isla de Marken resulta ciertamente atractiva tanto por el aspecto que ofrecen las viejas casas de madera de la población homónima como por su interesante pasado. Tras siglos de aislamiento secular quedó unida a la costa mediante una carretera, a la vez que el propio IJsselmeer fue separado del Mar del Norte mediante el dique Afsluitdijk, que lo dejó bastantes centímetros por debajo del nivel que tenía anteriormente. A partir de entonces, el antiguo brazo de mar se convirtió en un lago de agua dulce, lo que añadido a su escasa profundidad hizo que la tradicional actividad pesquera de los habitantes de Marken pasara casi al olvido, aunque el pequeño puerto sigue manteniendo sus constantes vitales.