Dos espectaculares cúpulas azules flanquean el acceso a la madrasa Mir-i-Arab, localizada en el centro histórico de Bukhara. Esta emblemática edificación está datada en la década de los treinta del siglo XVI y su impulsor parece ser que fue el jeque Abdallah Yamani, que ejercía como líder espiritual de los shaybánidas en esa época. Dos niveles de celdas para los estudiantes se distribuyen alrededor de un patio cuadrado, en cuyo centro hay un pequeño santuario. La decoración es a base de mosaicos, tanto en el magnífico iwan de entrada como en el patio interior. Esta escuela coránica retomó su actividad tras el final de la Segunda Guerra Mundial y en la actualidad sigue en activo, formando en diversas enseñanzas a niños y adolescentes en un rango que va desde los siete a los dieciséis años.