Considerado uno de los más bonitos de España, el pueblo almeriense de Mojácar se ubica sobre un risco que domina las azules aguas del Mar Mediterráneo. En sus tierras se han encontrado restos de asentamientos humanos desde el Paleolítico, aunque la población actual sea posiblemente de origen musulmán. Formó parte del Reino de Granada y sus habitantes fueron incrementándose hasta alcanzar los diez mil a comienzos del siglo XVIII. A partir de entonces comenzó un lento declive, que tan solo invirtió su tendencia con la llegada del turismo ya en la década de los ochenta del siglo XX. En la actualidad, la mayor parte de la población del municipio se concentra al borde del mar, mientras que el pueblo en sí mantiene un aroma a tiempos pasados con sus casas encaladas entre las que contrasta sobremanera la iglesia de Santa María.