Rodeando el casco antiguo de la ciudad con su perímetro de más de dos kilómetros y medio, la de Ávila es la que presenta un mejor estado entre las murallas medievales que se conservan en España e incluso en Europa. Fue construida a finales del siglo XI, siendo reforzada un par de siglos más tarde, y mantiene unas dos mil quinientas almenas, cerca de noventa torreones y nueve puertas en perfecto estado. Entre estas últimas destaca la denominada Puerta del Alcázar, que con sus dos poderosos torreones unidos por un puente es uno de los símbolos de la ciudad abulense. Tiene una altura aproximada de doce metros, aunque en algunos puntos supera los quince, y está edificada con muros de tres metros de grosor.