Concebido a comienzos del siglo XX, el Museo Salzillo no adquirió forma hasta la década de los cuarenta de ese siglo. Fue entonces cuando la iglesia de Jesús murciana fue reformada y ampliada, añadiéndosele una edificación anexa que serviría como entrada y dependencia principal para albergar la exposición. La colección está compuesta en su mayor parte por obras del imaginero barroco Francisco Salzillo. Sobresalen especialmente ocho de los nueve pasos procesionales de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que desfilan durante la mañana del Viernes Santo, y el denominado Belén de Salzillo, formado por más de quinientas cincuenta piezas realizadas a lo largo del último cuarto del siglo XVIII. Destaca también el conocido como Belén Napolitano, realizado en Nápoles durante el siglo XVIII y cuyas aproximadamente seiscientas figuras muestran un fuerte contraste con el anterior. Hay que mencionar igualmente la portada de acceso al museo, único componente que queda del renacentista Palacio Riquelme, construido en el siglo XVI y que fue demolido en los años sesenta del siglo XX.