Hace unos días cumplimos un nuevo aniversario del blog y si tuviera que calificar este segundo año con un solo término el elegido sería agridulce. En este periodo de tiempo he publicado unos ciento veinticinco artículos, la mayoría de los cuales han pasado prácticamente desapercibidos a la manera habitual. No lo interpretéis como una queja, al contrario, ésa es precisamente la parte dulce de la historia. En el otro lado de la balanza, un puñado de entradas ha creado una polémica en algún que otro caso desaforada, que no responde aunque confirma el propósito para el que fueron escritas. Me explico.

Tras mucho pensarlo, porque sabía que iba a levantar ampollas en cierto ámbito, a principios del pasado julio me decidí a publicar este post. Como ya había hecho en esta otra ocasión, mi intención era denunciar una situación que considero injusta, aunque esta vez iba un paso más allá y me atrevía a identificar en cierta manera a algunos de los que en mi opinión son bien fuente, bien producto de ella. En ambos casos, el tono elegido era el sarcástico porque creo que es el que mejor aplica al tipo de contexto descrito. Sabía que a los españoles nos suele gustar usar la ironía con los demás pero no ser sometidos a ella, aun así no podía imaginar reacciones tan desmesuradas.

El rango de éstas varió desde los insultos y amenazas graves hasta recomendaciones de que deje de viajar y de escribir, pasando por afirmaciones tan totalitarias como la de aquella bloguera que se avergonzaba de que existieran personas como yo. Evidentemente, no se puede gustar a todo el mundo y, por suerte, yo caigo bien a muy pocos, pero estas polémicas me incomodan y entristecen. Aunque, por otra parte, confirman justamente lo que pretendía denunciar publicando esa entrada: el mundillo de los blogs de viaje en España es cerrado, corporativista, egocéntrico, carente de contenido y, desde luego, no admite a nadie con espíritu crítico entre sus filas.

A pesar de que una situación tan desagradable como la descrita me hizo replantearme las cosas e incluso considerar seriamente la idea de no seguir adelante, el segundo año de vida de este blog también tuvo momentos muy satisfactorios. Entre ellos, destacaría la creación del denominado Club UNESCO, iniciativa mediante la cual un grupo de viajeros aficionados al Patrimonio Mundial intentamos dar visibilidad a éste describiendo lugares incluidos bajo esa denominación que hemos visitado en nuestros viajes. Lo que empezó casi como un juego ha ido creciendo paso a paso y el volumen de información que tenemos almacenado ya es considerable.

Hasta la fecha llevamos revisados aproximadamente quinientos cincuenta lugares Patrimonio Mundial, lo que supone aproximadamente el 55% del total. Puede parecer un porcentaje no muy elevado, pero muchos de estos sitios son de difícil acceso, bien por su inaccesibilidad, bien por la inestabilidad existente en los países donde están situados. Poco a poco iremos añadiendo algunos más, esperando servir de estímulo para dar visibilidad a un patrimonio poco conocido en ocasiones pero que no suele decepcionar al visitante. Proyectos como éste me animan a continuar al menos por un periodo, menos polémico espero, más. Bienvenidos pues a este nuevo año de viajes y sentimientos que aquí comenzamos.