Surgido cerca del límite entre Benín y Togo, el río Mono se interna en territorio togolés antes de terminar su recorrido de más de cuatrocientos cincuenta kilómetros sirviendo como frontera entre los estados anteriormente mencionados. Precisamente en este tramo final, la corriente atraviesa una amplia llanura aluvial y sus orillas constituyen un interesante ecosistema consistente principalmente en manglares, lagunas, sabana y bosques de ribera en algunos tramos. Entre otras especies, en él habitan hipopótamos, cocodrilos e incluso manatís. A ambos lados de la frontera se encuentran aldeas como la beninesa Hevé-Dobadgi, donde se mantiene un modo de vida autóctono que incluye ritos un tanto extraños para el visitante. Una extensa zona de aproximadamente tres mil quinientos kilómetros cuadrados ha sido protegida como Reserva de la Biosfera transfronteriza por la UNESCO.