Situado en el interior de lo que fue un antiguo castillo musulmán, el santuario de la Vera Cruz fue edificado en la primera mitad del siglo XVII. Su aspecto tardorrenacentista inicial fue dando paso a uno más barroco con el paso del tiempo, especialmente en lo que concierne a su fachada principal, construida en mármol jaspeado ya a comienzos del siglo XVIII. Su finalidad era la de albergar una capilla medieval que contenía un lignum crucis, fragmento de la cruz donde Jesucristo fue crucificado de acuerdo con la tradición cristiana. Se encuentra éste en el interior de un relicario de doble brazo horizontal, conocido como Vera Cruz o Cruz de Caravaca. Desde comienzos del siglo XXI el santuario tiene concedida por el Vaticano la celebración de un Año Jubilar cada siete años, estando prevista la próxima para 2017.