Atravesada por el río Cibin, la actual Sibiu fue fundada por colonos de origen sajón en la segunda mitad del siglo XII. Anteriormente hubo un asentamiento dacio y romano en la zona, que era conocido como Cedonia o Cibinium, término que dio lugar al nombre tanto de la población como del mencionado río. Poco a poco, Sibiu fue ganando presencia y a mediados del siglo XIV ya era la más importante de las siete localidades fundadas por los sajones en Transilvania. También fue pionera en otros aspectos, como la creación de la primera imprenta de Transilvania en 1530 o el primer teatro de la actual Rumanía en 1788. A finales del siglo XVII se convirtió en la capital del Principado de Transilvania, estado de mayoría húngara que se mantuvo independiente durante más de un siglo. Más adelante perteneció al Imperio Austrohúngaro, para integrarse definitivamente en Rumanía tras la Primera Guerra Mundial. La ciudad mantiene una arquitectura un tanto ecléctica debido a su variedad étnica. Su centro histórico está considerado uno de los más completos de Rumanía y se conservan también parte de las fortificaciones que la protegían en época medieval. Debido a unas características edificaciones con pequeñas ventanas en sus tejados, presentes especialmente en los alrededores de Piaţa Mare, Sibiu es popularmente conocida como la ciudad con ojos. Su población actual es de unos ciento setenta mil habitantes y destaca también por sus valores culturales, que la llevaron a ser Capital Europea de la Cultura en 2007, y gastronómicos, habiendo sido nombrada Región Europea de la Gastronomía en 2019.