En el centro de Sri Lanka se levanta una roca volcánica de casi cuatrocientos metros de altura a la que los locales conocen cómo Sigiriya. Un monarca denominado Kasyapa ordenó construir un palacio en su cima durante el siglo V de nuestra era. Allí pueden verse diversos restos, que incluyen cisternas, la denominada Puerta del León, con espectaculares garras talladas en la roca, y algunas pinturas cuyo lienzo es directamente la piedra. A todo ello puede añadirse una sobrecogedora vista sobre la selva circundante. Son de destacar también los jardines situados al pie de la roca, asimismo obra de Kasyapa y que son de los más antiguos que se conservan en el mundo.