Templo de Zeus Olímpico (Atenas, Grecia)

En ocasiones conocido como Olimpeion, el templo de Zeus Olímpico fue el más grande entre los edificados en la Grecia helenística y la Grecia romana. Fue el tirano Pisístrato quien inició su construcción hacia finales del siglo VI a.C., pero la obra se abandonó al llegar la democracia. Incluso el propio Aristóteles lo criticó en su obra Política, calificándolo de arrogante. A comienzos del siglo II a.C. Antíoco IV Epífanes retomó los trabajos, que fueron abandonados de nuevo tras su muerte. Finalmente, Adriano completó su edificación ya en el siglo II de nuestra era, dedicándolo a Zeus y a él mismo. Tenía planta rectangular, con lados de cien y cuarenta metros aproximadamente. Le daban forma un total de ciento cuatro columnas de diecisiete metros de altura, diseñadas en estilo corintio. Tan solo dieciséis de ellas se mantienen en la actualidad, trece formando un conjunto en el extremo este y tres, dos en pie y una caída, en el extremo oeste.
