A pesar de ser mucho menos conocida que otras zonas de Portugal, la Región Centro ofrece al visitante algunos de los secretos mejor guardados del país luso. Destacan sus cinco sitios declarados Patrimonio Mundial, que la convierten en la región histórica portuguesa con más lugares protegidos por la UNESCO, pero también sus pintorescas aldeas, los mosaicos romanos mejor conservados del país, espacios naturales de los más vírgenes de Portugal y los petroglifos más interesantes de la Península Ibérica. Sin olvidar algunas de las playas lusas más atractivas, magníficos ejemplos de iglesias de diversos estilos e incluso uno de los santuarios católicos más visitados del mundo.

En realidad, administrativamente hablando la Región Centro no existe. Se trata de una subregión estadística, cuyo objetivo es el de incluir municipios cercanos y con una problemática similar para obtener datos sobre ellos. Esta zona está situada aproximadamente entre los ríos Tajo y Duero, y se corresponde con la región histórica de la Beira. Comprende, total o parcialmente, los distritos de Aveiro, Castelo Branco, Coimbra, Guarda, Leiria, Santarém y Viseu.

¿Todavía no habéis visitado la Región Centro de Portugal? Pues ya estáis tardando en disfrutar de lugares como los que os mostramos a continuación.

Monasterio de Batalha: Mandado edificar por el rey João I tras la victoria sobre Castilla en la batalla de Aljubarrota, los trabajos se iniciaron a finales del siglo XIV, pero no fueron concluidos hasta 1517. Magnífica muestra de la arquitectura gótica portuguesa rematada en ese particular gótico tardío local que se ha dado en llamar manuelino. Fue declarado Patrimonio Mundial en 1983.

Universidad de Coimbra: Instalada en Coimbra a comienzos del siglo XIV, la Universidad fue transferida a Lisboa en un par de ocasiones durante los siglos posteriores, hasta permanecer definitivamente en la ciudad universitaria lusa por excelencia desde 1537. Su campus histórico fue declarado Patrimonio Mundial en 2013.

Monsanto: Conocida popularmente como a aldeia mais portuguesa de Portugal la población de Monsanto está inserta en un entorno donde abunda el granito y queda perfectamente imbricada con él. La villa se despliega por la ladera de un cerro que los romanos denominaron Mons Sanctus, cuya cima está coronada por un castillo.

Cabo Carvoeiro: Rematando la península de Peniche, uno de los puntos más occidentales de la Península Ibérica, el cabo Carvoeiro es un conjunto de acantilados que muestran al visitante curiosas formaciones de lapiaz, producidas por la intensa erosión causada por las aguas del Atlántico en esta zona. Desde su cima se divisa la reserva terrestre y marina de las islas Berlengas.

Convento de Cristo: De origen templario, el convento de Cristo fue fundado a mediados del siglo XII en la actual localidad de Tomar. Protegido por las murallas de un castillo, ofrece detalles de diversas tendencias arquitectónicas, desde el románico al barroco, que le fueron añadidos durante las sucesivas ampliaciones posteriores. Fue declarado Patrimonio Mundial en 1983.

Conimbriga: Probablemente un antiguo asentamiento túrdulo, Conimbriga fue conquistada por los romanos en el siglo II a.C. La ciudad alcanzó su esplendor durante la época de Augusto, para ser destruida más tarde en una invasión sueva. Destacan partes del pavimento de la calzada que unía Olissipo con Bracara Augusta, así como diversos mosaicos en muy buen estado de conservación.

Basílica de Idanha-a-Velha: Seguramente la más antigua entre las iglesias que se conservan en un estado apreciable en la Península Ibérica, la basílica de Idanha-a-Velha fue construida por los visigodos en el siglo VI. Debió de tener unas dimensiones considerables para la época y quizás por ello es aún hoy conocida como la catedral. A pesar de sufrir diversas remodelaciones con el paso del tiempo conserva su estructura original, que la hace ser única en su estilo.

Castillo de Leiria: Edificado originalmente en el siglo XII sobre un cerro que domina la histórica población de Leiria, el castillo homónimo ha sufrido diversas reestructuraciones desde entonces. No le han hecho éstas perder un ápice de su interés arquitectónico, y se considera el mejor ejemplo de transformación residencial de un castillo en territorio portugués. A pesar de ser poco conocido fuera del país, es uno de los monumentos favoritos para los ciudadanos lusos.

Monasterio de Alcobaça: Frecuentemente elegido por los monarcas lusos para su eterno descanso, el monasterio de Alcobaça fue la primera gran edificación gótica del país. Su construcción comenzó a finales del siglo XII bajo la supervisión de los monjes del Císter y se alargó en el tiempo, como lo prueban los elementos barrocos de la fachada de la iglesia. Fue declarado Patrimonio Mundial en 1989.

Catedral Vieja de Coimbra: Construida durante la primera mitad del siglo XII, la Sé Velha es probablemente la iglesia románica más importante de Portugal. Su origen se debe a la victoria sobre los musulmanes en la batalla de Ourique, cuando Afonso Henriques se proclamó rey de Portugal e instaló la sede de su gobierno en la ciudad de Coimbra.

Castillo de Penha Garcia: De aspecto casi inexpugnable, el castillo de Penha Garcia corona una colina que se eleva sobre la población del mismo nombre. Debe su nombre a Dom Garcia Mendes, alcaide del castillo en época medieval, a quien fue mutilado el brazo izquierdo debido a sus amores con una doncella y cuyo espectro al parecer aún ronda por sus murallas.

Playa de Nazaré: Uno de los pueblos de pescadores más tradicionales de Portugal, Nazaré es muy conocido por su playa, que se encuentra entre las más visitadas del país. También lo es por las enormes olas que cerca de ella se forman, como la de treinta metros con la que Garrett McNamara batió el récord mundial de la ola más alta jamás surfeada en enero de 2013.

Santuario de Fátima: Mundialmente famoso a raíz de unos sucesos que tuvieron lugar a comienzos del siglo XX, el santuario de Fátima es uno de los lugares de peregrinación más importantes para los creyentes católicos. Curiosamente debe su nombre a Fátima, hija de Mahoma, que hace referencia al origen musulmán de este lugar. Destaca la basílica de Nuestra Señora del Rosario, construida en estilo neobarroco y cuya torre tiene una altura de sesenta y cinco metros.

Actualización en abril de 2017

Castillo de Óbidos: Germen a partir del cual se desarrolló la población homónima tal y como hoy la conocemos, tan espectacular castillo fue construido a mediados del siglo XII. Presenta forma trapezoidal y está situado en uno de los extremos del recinto amurallado, que mantiene un excelente estado de conservación a pesar del transcurso del tiempo. El perímetro de las murallas supera el kilómetro y medio, alcanzando en algunos puntos los trece metros de altura para adaptarse de manera perfecta a un relieve irregular.