El arte de tejer alfombras en Azerbaiyán viene de antiguo, puesto que se han encontrado trazas de esta actividad desde el segundo milenio a.C. Los inicios de esta técnica se hallan en el medio rural y se han ido transmitiendo oralmente a lo largo de muchas generaciones. Los artesanos son generalmente mujeres, que se encargan de teñir el tejido e hilarlo en telares tradicionales, mientras que los hombres esquilan las ovejas y recolectan la lana. Las alfombras pueden ser de tejido plano, de las que existen varios tipos, o las denominadas namazlyk, confeccionadas con una técnica diferente que se desarrolló en el siglo XIV. Existen cuatro escuelas principales de tejeduría de alfombras en Azerbaiyán: Quba-Shirvan, Ganja-Kazakh, Bakú y Karabakh, desarrollada esta última en las montañas del disputado territorio de Nagorno-Karabakh y que se caracteriza por sus vivos colores.