Obra de Víctor Ochoa, la escultura denominada El Zulo ocupa un lugar preferencial en la explanada del puerto de Cartagena desde 2009. Tiene forma cuasi esférica, con un diámetro de unos cinco metros y un peso aproximado de unas dos toneladas. El material empleado para fundirla fue el bronce y representa a un hombre en posición encogida, sosteniendo la cabeza entre sus rodillas y con las manos superpuestas delante de sus tobillos. Tras ser expuesta en el madrileño Parque del Retiro y la salmantina Plaza Mayor, fue adquirida por la corporación local de la ciudad cartagenera como homenaje a las víctimas del terrorismo. La operación supuso un desembolso de tres cuartos de millón de euros y las críticas de la oposición socialista, que la calificó de despilfarro irresponsable. Sin embargo, con el paso del tiempo esta monumental estatua se ha convertido en uno de los principales símbolos locales.