Edificada en su forma actual probablemente en el siglo X, la iglesia bizantina de Agia Paraskevi fue levantada seguramente sobre algún templo anterior. Su angosto, aunque coqueto, interior incluye un valioso iconostasio del siglo XV. Aunque más que su contenido, lo que hace de Agia Paraskevi un templo único es su continente, de aspecto humilde y complejo a la vez. Buena muestra de ello es el exclusivo diseño de su cubierta, que consta de cinco cúpulas, alineadas en forma de cruz. La mayor de ellas corona la nave principal, mientras que otras dos se sitúan sobre el centro de los corredores laterales.
Qué bonita, Floren. Por cierto el comentario de que tus hijos no te agradecerán que les hayáis dado la oportunidad de viajar con vosotros, no te lo crees ni tú, a veces los hijos somos un poco desagradecidos (yo como tal no me siento), pero lo bueno que nos han aportado los padres, no lo olvidamos así como así, si se es persona de bien.
Insisto, eres atractivo, me recuerdas a mi esposo (q.e.p.d.), tenéis muchas cosas en común, incluso el no poseer ni un pelo de tonto y de los otros, pocos….jejeje. Un abrazo. Marcela.
Muchas gracias, Marcela.
No creo que mis hijos vayan a ser desagradecidos en el futuro, aunque eso nunca se sabe. Pero hay varias circunstancias que me llevan a pensar cómo lo comenté, ya veremos si estoy en lo cierto o no.
Esta iglesia es una maravilla, a pesar de que las fotos no le hacen justicia por ser bastante defectuosas. El interior es pequeño, oscuro, de un encanto innegable.
Un abrazo.