Crédito: PTG Dudva

Originalmente dedicada a la advocación de San Clemente, a la que más adelante se le añadió la de Nuestra Señora de Częstochowa, la iglesia de Nuestra Señora de Częstochowa y San Clemente fue construida a mediados del siglo XIX en Zakopane. Su impulsor fue el propietario del terreno donde está situada, quien encargó la obra a un carpintero local. Ocurría esto en 1847 y tan solo un año más tarde llegó a la población Józef Stolarczyk, quien se convirtió en el primer párroco de la población y amplió el templo, añadiéndole también la torre. Su diseño se asemeja al de las cercanas iglesias de madera de Małopolska, basado en la superposición horizontal de troncos, en este caso de alerce. Tiene una cabecera poligonal que precede a una nave de dos cuerpos y está cubierto por un tejado a dos aguas. En el interior destaca una copia de la imagen pictórica de Nuestra Señora de Częstochowa, además de frescos realizados en la segunda mitad del siglo XIX.