Aunque no es la madrasa más antigua del norte de África, resulta difícil encontrar otra más hermosa que la medersa Ben Youssef. Localizada en la medina de Marrakech, fue construida en el siglo XIV y destacaba por sus dimensiones, pues cerca de un millar de estudiantes del Corán podían ser alojados en ella. Tal denominación hace referencia al sultán ibn-Yusuf, que vivió en el siglo XII y contribuyó grandemente al desarrollo de la ciudad. Su decoración a base de azulejos y estuco es sobresaliente, especialmente en el patio central donde se reunían los estudiantes para las abluciones en el pasado. El motivo ornamental principal es el basmala, forma ritual con la que suelen iniciarse las suras coránicas.